REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES DE CADA ESPECIE, RAZA, SEXO Y ESTADO FISIOLÓGICO DE LOS ANIMALES DE LA FINCA.
Existía la creencia de que las vacas solamente necesitan
pasto. Posiblemente esto era verdad cuando se usaban pastos nativos o
naturalizados como las gramas y el puntero, que se asociaban con leguminosas
nativas y proporcionaban un balance natural, además de tener especies llamadas
criollas o mejor adaptadas. Hoy, cuando se cultivan grandes extensiones de
gramíneas solas, el balance lo debe hacer el productor, lo cual se dificulta
porque implica tener un conocimiento del tema, en particular si se desea
estabular animales, es decir, tenerlos estabulados y totalmente dependientes
respecto de su manejo.
Como ejemplo de la manera de hacer un balance en la dieta,
Díaz (1985) señala los requerimientos para una vaca lechera de 500 kg de peso
pastoreando en pasto MARANDU (BRACHIARIA BRIZANTHA CV. MARANDU), del cual puede
consumir 14 kg de materia seca, que equivalen a 70–75 kg de pasto fresco
(forraje verde). Para producir 20 kg de leche esta vaca requiere diariamente de
43,7 Mcal de energía digestible y 2.052 g de proteína cruda, el Marandu le
aporta 42 Mcal de energía digestible y 2.100 g de proteína; es decir, se
requiere suplementar 1,7 Mcal y se tiene un exceso de 48 g de proteína.
A pesar de todos los esfuerzos que se hagan por capacitarse
en asuntos relacionados con la nutrición, es necesario reconocer que existen
especialistas que estudiaron a profundidad este tema y que pueden brindar una
asesoría.
Para una excelente asesoría se recomienda mantener a la mano
el análisis de suelos más reciente hecho en la finca, los resultados de
análisis bromatológicos, si se tienen, y una lista detallada de los forrajes y
alimentos en general que se utilizan. Esta última debe incluir: especie de
forraje, edad y frecuencia de corte (número de corte, si es posible), sistema
de manejo, en especial si se fertiliza (productos usados, cantidad y
frecuencia), y toda la información que sea necesaria para balancear una dieta,
por ejemplo, si los forrajes que se suministran son secados, así sea
parcialmente.
El uso de otras alternativas de alimentación debe ser
coyuntural, esporádico y muy escaso. No obstante, a veces es necesario hacerlo,
y para ello se deben tener alternativas como el maíz producido en la finca,
soya u otras leguminosas de grano, palmiste o semilla de algodón. Cada uno de
estos insumos debe ser reconocido por su valor nutricional para saber el aporte
de nutrientes totales a la dieta. Por lo general se entregan como materia seca,
por lo que tienen un potencial alto de reemplazar forrajeras de uso
convencional.
FUENTE: FAO. Organización de las Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura. Alimentación animal. PDF.
Análisis de Cruz Alcides Alvarado Guerra.
Imagen de Cruz Alcides Alvarado Guerra.
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