La fibra se encuentra como un componente de las paredes
celulares en los forrajes, y está representada por la celulosa, la
hemicelulosa, la lignina, y la fibra soluble (pectinas, fructosanos,
galactanos, y ß glucanos). Se considera como un carbohidrato no digerible por
enzimas animales, pero puede ser utilizado potencialmente por los
microorganismos ruminales. Un nivel alto de fibra en la ración no siempre
indica que la dieta tiene suficiente fibra efectiva para promover una buena
salud ruminal, sobretodo, si este forraje está muy molido. A la eficacia de la
fibra para estimular la motilidad ruminal, la masticación, la salivación y la
rumia se le llama fibra detergente neutro efectiva (FDNe), y depende
directamente del tamaño de partícula del alimento que la contiene. Entre más
grandes sean esas partículas más efectivas serán para estimular al epitelio
ruminal, pero cuando el mismo forraje se muele a menos de un cuarto de pulgada,
la efectividad de la fibra disminuye marcadamente. Sin embargo, el porcentaje
de FDNe también está en función del tipo de forraje, hay alimentos como la
semilla de algodón, o la cascarilla de algodón que tienen un alto contenido de
fibra efectiva; en contraste, la cascarilla de soya a pesar de su alto
contenido de FDN, tiene un valor de FDNe bajo debido al tamaño de su partícula,
lo que hace que no tenga una buena función para estimular la rumia.
El concepto de fibra mínima o fibra efectiva, fue
desarrollado para ganado lechero con la finalidad de mantener un nivel adecuado
de grasa en la leche, sin embargo, este concepto se ha adaptado para satisfacer
las necesidades de la fibra cuando el ganado es alimentado con dietas altas en
grano.
La concentración necesaria de FDNe requerida en dietas altas
en energía es del 8%, ya que se considera un nivel adecuado para mantener el pH
ruminal por encima de 5.7; valores inferiores a este pH, reducen drásticamente
la ingesta de materia seca en el ganado.
La razón principal para reducir el tamaño de partícula de un
forraje, es para aumentar la superficie de exposición a las bacterias y de esta
forma mejorar la digestión del alimento en el rumen. Por lo tanto, las
partículas de alimento más grandes tienden a digerirse lentamente, en
comparación con las partículas pequeñas. Aunque las partículas muy finas,
tienden a salir del rumen rápidamente, y su digestión se reduce a expensas de un
mayor tiempo de tránsito por el rumen.
A pesar de que el ganado de carne está capacitado para
consumir grandes cantidades de fibra, en ocasiones es necesario limitar el
porcentaje de forraje en la dieta para lograr mayores niveles de productividad.
Sin embargo, esta práctica compromete el desempeño del animal debido a que las
dietas deficientes en fibra pueden causar daño permanente a la pared ruminal. Es
por ello que, el forraje debe formar parte integral de la dieta para mantener
una función ruminal adecuada, mediante la masticación y la producción de saliva
para que sirva como un regulador importante del pH ruminal mediante su efecto
buffer.
En conclusión, la fibra es un componente fundamental de la
dieta del ganado alimentado en forma intensiva. Su principal función es
estimular la masticación y la producción de saliva para favorecer una buena
rumia y mantener un pH ruminal superior al 5.7, lo que propicia la salud del
rumen y el comportamiento productivo de los animales.
FUENTE: Ganaderia.com. Importancia de la fibra en la salud ruminal
de ganado productor de carne.
Análisis de Cruz Alcides Alvarado Guerra.
Imagen propia de Cruz Alcides Alvarado Guerra.
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